Caminante no hay
camino
Se hace camino al
andar
Imposible pensar en zapatos y
que no se venga a la cabeza este verso. Es que más allá de cuestiones
estéticas, debo confesar que a la hora de elegir calzado, la comodidad está
ante todo. De ahí que en mi placard abunden las zapatillas, los borcegos,
ojotas, sandalias y chatitas. Cero fashion lo mío. Y no tiene que ver con esto
de vivir en el medio del cerro, siempre fui igual, aún cuando trabajaba en
pleno microcentro porteño. A lo sumo unas botas o unas plataformas.
Así que fiel a mi estilo elegí
presentarles a mis queridas zapatillas de lona: unas All Star botitas verdes
por fuera y cuadrillé por dentro.
Mírenlas que felices luciéndose
entre las plantas.
Mírenlas, miren, miren, miren, mírenlas.
Uso esta marca de zapatillas
desde que tengo 20 años, Y LAS AMO!!!! SON LO MÁS!!! Ya sé, para muchos sonarán
demasiado juveniles, pero son taaannn lindas y cómodas… ideales para el fin de
semana, con un jean y una remera de algodón. O para usar en vacaciones. Y ni
que hablar la capacidad de darle un toque de informalidad a cada equipo.
Las tengo así casi un año.
Me las regaló mi super amor que
sabe de memoria mi pie.
Tiene el don –entre muchos
otros dones-
de comprar zapatos para
cualquiera de la familia
sin necesidad de que nos
probemos.
Aprovecho para mostrarles de
cerca unas mini macetas que me regaló Ana, mi hermana, que se lucen bien
bonitas en la ventana de casa.
Si querés ver más zapatos podés
pasar por acá y por acá.
Y si no conocés el blog de Ro
visitalo por que es super copado
y Ro saca unas fotos
espectaculares.
Con mis zapas puestas sigo
haciendo camino,
Voy a descubrir paso a paso qué
me depara esta última semana de noviembre.