Hace rato que el horno estaba
listo para ser usado. Desde su rincón nos llamaba, y fue tan persistente que
logró que un jueves nos encontrasemos todos con el tiempo disponible para entregarnos a la tarea de
amasar y hornear pan.
Como era la primera vez, nos
aventuramos con 5 kilos de harina, no sea cosa que el calor no alcance para
varias horneadas. Además habíamos procurado conseguir leña pero con el carnaval
instalado entre nosotros no pudimos conseguir flete desde el pueblo. Así que
rejuntamos cuanta rama y tronco había por ahí.
Alrededor de las 4 de la tarde
comenzamos. Limpiamos la mesa del patio/galería, preparamos lo necesario y
arrancamos con la esponja. Agua tibia, una cucharada de azúcar, 100 gramos de
levadura y 1 poco de harina en un
cacharro enlozado y a esperar que crezca en un lugar cálido.
Una vez que nuestra esponja
estuvo lista nos pusimos a mezclar: harina, grasa y salmuera. Cuando más o
menos se unieron los ingredientes los chicos pudieron meter mano, terminar de
armar el bollo y amasar.
Matías fue preparando el horno.
Claro que sobre la marcha aparecieron detalles que no habíamos tenido en cuenta
pero que él se ocupó de ir solucionando. Con un palo y ramas de molle armó una
escoba para limpiar el interior del horno. La tapa la improvisó con una chapa
que nos dio el vecino. Y la pala para meter y sacar el pan la hizo con una
madera chata que estaba dando vueltas por ahí.
Mientras que el fuego ardía transformando
la leña en brasa, la masa descansó y levó. Una vez que ya estaba al doble de
tamaños hicimos bollos más pequeños que achatamos con el palo de amasar. Cuando
el horno estuvo a punto llegó el momento de hornear.
Increíble fue ver
salir esos panes dorados, listos para comer y preparados entre todos.
Increíble también la
experiencia vivida.
Sentir que el tiempo
se detenía.
Que el fuego hacía su
magia.
Que el esfuerzo y el
trabajo de hacer el pan tenían su recompensa.
Sentir que fue una
tarde de disfrute.
De descubrimientos.
De hacer equipo.
Luego de tanta labor,
rendidos pero felices, nos sentamos alrededor de la mesa.
Pan casero y mate
cosido.
Charla y risas.
El compartir llegaba
a su máxima expresión.
Oh, Tere ... este relato tan pormenorizado ha inundado la casa del aroma a pan que baja desde los cerros, lleno de color y afecto.
ResponderEliminarCuántas historias habrán de contar galería y horno de ahora en más.
Besos, mi querida. Saludos al resto de la familia,
Que espectacular ese horno!!!! y poder hacer tu propio pan , cocinado ahi. Ahora las empanadas !!! ajjaaj
ResponderEliminarMuy buenas fotos !
Saludos :)
Que linda entrada Tere!!!! Que lindo momento!!!!!! Yo tengo el horno chileno dentro de la casa, la cocina eonómica en la cocina, y una estufa rusa provisoria que estamos por destruir para hacer una nueva (bueno, hace como dos años que estamos por...jajaj) Amo los fuegos y poder cocinar en ellos. Me da pena saber lo anti medio ambiente que son, por la leña y eso, pero son como algo vital para mi...Me encanta que lo tengas afuera y poder compartir esa magia en familia!!! Me imagino los panes!!!!! Besos!
ResponderEliminarayyy me encantó! puedo sentir el momento al leerlo!!
ResponderEliminarque espectacular, proceso y el resultado! besos
hermoso poder compartir estos momentos en familia! y me hubiera comido los 5 kilos yo solita!
ResponderEliminarbesos
Hacer pan es algo mágico. No se si es ver la masa tomar vida, o si es el amasado liberador de tensiones o el olor que sale del horno, o lo definitivamente rico que es el pan casero! Y si es en familia, ni hablar.
ResponderEliminarPor muchos panes más!
¡Qué rico! pan + casero + en horno de barro... ¡un espectáculo! Y el momento vivido también.
ResponderEliminarMe hiciste acordar a cuando era chica y mi abuela preparaba empanadas en el suyo, mmmmmm
Un beso.
ME ENCANTAN LOS HORNOS.
ResponderEliminarASI TODO ES MAS RICO...EL PAN,LA PIZZA UNA EMPANADA....
DIVINISIMO.
CHAUCITO
Qué gustazo de post, Teresa: gracias por compartir con nosotros esa experiencia y, de alguna manera, ese pan realizado por vosotros.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana ^-^
Qué lindo post, como que estaba ahí con vos...solo me faltó probar el pancito!!
ResponderEliminar