09 diciembre 2013

Muchas veces me pregunté de qué iba el blog y siempre terminé respondiéndome que el blog se trata básicamente de mi y lo que vivo a diario. Y pensando y sintiendo nacieron estos versos.

Mi cotidiano está lleno de
paisajes, calles, personas, fiestas, costumbres, colores
 lanas, vellones, tinturas, costuras, fieltro, cintas, texturas, textiles
mi casa, sus detalles, sus rincones, el jardín, las plantas
mis animales
la cocina, las verduras y frutas, los olores, las ollas de barro
el estudio, la lectura, la música, la escritura
los paseos y caminatas, la vida al aire libre
mi familia, mis amores, la maternidad, el ser de a dos
los proyectos, los sueños, las utopías
el amor
la fe
el cuidado
lo pequeño
lo simple
y el deseo de que cada paso sea un aprendizaje.

Pero mi cotidiano también está habitado por
dolores
dificultades
preguntas
miedos
desiluciones
defectos
fantasmas
barreras
sufrimientos
enojos
reproches
limitaciones

Y en el medio de todo estoy yo,
intentando buscar el equilibrio,
transitando lo que toque,
queriendo dar luchas,
sobretodo conmigo misma.

Tratando de escuchar lo que pasa dentro y fuera de mi ser.
Sosteniendo una fidelidad a lo que creo que soy,
aunque a veces me pregunte ¿para qué?

Buscándome.
Y encontrándome, de a ratos, para volverme a perder.

No se si algo de esto se pudo expresar a través del blog. Creo que si. Lo intenté en cada entrada, con cada foto. Intenté también darme el tiempo para mirar y  escribir acerca de lo que me hacía tanto bien en el medio de tanto dolor y tanta prueba.
Este año no fue fácil. Y pintó pensar y mirar todo lo que pasó. Quizá sea temprano para balances, pero dudo que diciembre me permita enfocarme porque voy a tomarme un tiempo de mi realidad del día a día, para pasar unos días en la ciudad y reencontrarme con familia y amigos para pasar las fiestas. Pero sobre todo para estar cerca de mis viejos, mis hermanas y mis sobrinos  y abrazarlos fuerte.

Necesito una Navidad bien para adentro.
Necesito conectarme con lo esencial de este tiempo.
Prender una vela y contemplar a ese pequeño niño de Belén.
Escuchar su mensaje de AMOR.

Y dejar que ese AMOR me inunde y me renueve.


FELIZ NAVIDAD